Imágenes y olores

Cuántas veces paseando por la calle te ha venido esa fragancia que tanta nostalgia te ha aportado? Ya no hablo del perfume de tu amor platónico, o de aquella mujer que tanto nos gustó. Sino de todos esos lugares donde hemos estado, esa olor llega plasmada con una imagen y la sensación placentera al recordar el momento.
Sentir la madera quemada juntamente con la imagen del humo escapando de la chimenea de una casita en pleno corazón pirenaico de un bonito atardecer de noviembre, nos recuerda cuanto ansiamos la tranquilidad que en su momento, sin nosotros darnos cuenta, nos aportó. O el simple hecho de ver la gente abrigándose junto un frío viento y la presencia de hojas secas nos informa de la llegada de otoño.
¿Qué es para nosotros ese conjunto de imágenes y olores? Un éxtasis de sentimientos procedentes de quien sabe donde. Y al fin vuelves a despertar, de ese pequeño sueño consciente donde tu mente recordó un viejo recuerdo con presencia de nuestra querida imaginación. Precioso momento que en su día no valoremos y cuando llegó de nuevo tanto añoramos.
Somos seres imperfectos y a la vez fascinantes.