dijous, 22 d’octubre del 2009

Quan no tens res i te n'adones que ho tens tot.

De petit, fer la carta als reis macs era un dels moments més desitjats per a tot infant. Damunt un paper i a través d’unes línees, demanaves tot allò que creies que et feia falta i necessitaves. Passaven els anys i els reis es tornaven de carn i ossos, emmirallats amb anuncis i festes comercials. Ja no era el mateix.
Les joguines es transformaven amb béns materials on amb el fred i grans menjars familiars tornaves any rere any a celebrar exactament el mateix, un ritual sense canviar els protagonistes de l’acte.
Fins que un dia te n’adones que allò que pots tocar no t’aporta res diferent, no és felicitat sinó il•lusió i el buit et provoca necessitar-ne cada cop més. Societat del consumisme.
Per sort amb un món dividit en tres, on els primers manen i els tercers perden, la diferència entre millor i pitjor no existeix, tothom hauria d’aprendre d’aquells que no tenen res i poc necessiten, però el més important és que la felicitat no resideix en tot allò que demanem i toquem sinó en tot allò que apreciem i valorem.

Entrevista a un tuareg, per obrir la ment.

TU TIENES EL RELOJ, YO TENGO EL TIEMPO
entrevista realizada por VÍCTOR-M. AMELA a:


MOUSSA AG ASSARID,

No sé mi edad: nací en el desierto del Sahara, sin papeles...!

Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali. He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier. Estoy soltero. Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo

- ¡Qué turbante tan hermoso...!

- Es una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través.

- Es de un azul bellísimo...

- A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados...

- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?

- Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo.

- ¿Por qué?

- Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa.

- ¿Quiénes son los tuareg?

- Tuareg significa "abandonados", porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: "Señores del Desierto", nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh.

- ¿Cuántos son?

- Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece... "¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!", denunciaba una vez un sabio: yo lucho por preservar este pueblo.

- ¿A qué se dedican?

- Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio...

- ¿De verdad tan silencioso es el desierto?

- Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.

- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?

- Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba... Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre... Y yo. ¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!

- ¿Sí? No parece muy estimulante. ..

- Mucho. A los siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas... Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua.

- Saber eso es valioso, sin duda...

- Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!

- Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?

- Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!

- ¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa?

- Vi correr a la gente por el aeropuerto.. . ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro...

- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja...

- Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté... Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida: vi correr el agua... y sentí ganas de llorar.

- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?

- ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso...

- ¿Tanto como eso?

- Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos... Yo tendría unos doce años, y mi madre murió... ¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.

- ¿Qué pasó con su familia?

- Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa.... Entendí: mi madre estaba ayudándome...

- ¿De dónde salió esa pasión por la escuela?

- De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di.. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo...

- Y lo logró.

- Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia.

- ¡Un tuareg en la universidad. ..!

- Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella... Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra... Aquí, por la noche, miráis la tele.

- Sí... ¿Qué es lo que peor le parece de aquí?

- Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa... En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!

- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.

- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde...

- Fascinante, desde luego...

- Es un momento mágico... Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor... La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor...

- Qué paz...

- Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo.

divendres, 16 d’octubre del 2009

Perfección, maldita perfección.


Quizá uno de los términos más abstractos y complicados para describir sea la perfección. Cada uno de nosotros, en su medida, la persigue, la sueña y la codicia, añadiéndose metas en su día a día y fijándose superficialmente en otros para adoptarla en uno mismo. Son las miles de imágenes que captamos y quedan grabadas en nuestro subconsciente las que nos guían a seguir unos modelos que nos auto prefijamos. Es en nuestra vida cuotidiana donde todas esas imágenes que recibimos interactúan para figurarnos nuestro propio modelo de ser perfecto. Pudiera ser que ella residiera en uno de nuestros amigos, actores favoritos o personajes mediáticos que tantas veces vemos en el televisor. Su imagen nos recrea la perfección, y al compararla con la nuestra nos genera un vacío interior al imaginar que, al no ser como ellos, somos inferiores. Como en otras tantas cosas, olvidamos que el ser humano es igual en su especie, todos tenemos manos, dedos, pies…aunque algunos seamos de un color diferente y tengamos características distintas. En su esencia, la humanidad como tal, se forja en la igualdad. Pero en la superficialidad el sentimiento de humano reside en quien es mejor que otro olvidando por completo que cada uno de nosotros es perfecto en su manera.

dissabte, 19 de setembre del 2009

La grip A, una nova pandèmia informativa


Fa uns mesos, un adolescent es mostrava preocupat pel que havia escoltat al televisor sobre les conseqüències de la grip porcina a la seva salut. Una de les seves impressions era que, aviat hauria de sortir amb mascareta protectora al carrer, la segona, era, que segons com derivés el problema hauria de regular la seva dieta i prescindir de segons quins consums de carn, sobretot del pollastre. També em va comentar, que si s’estenia la grip, a l’escola els havien informat que probablement, en cas de pandèmia, entrarien en quarantena. Al principi em va estranyar força tanta preocupació. No n’hi havia per tan, vaig pensar en un primer moment.
Posteriorment va sortir de nou una nova grip, coneguda com a grip A, i que, des de fa un temps bombardeja, quasi a diari, els informatius, periòdics i televisors, dels principals mitjans de comunicació, tan a nivell nacional com mundial. Ha estat un procés intens on, a través del televisor, hem adquirit un nivell d’alerta social in crescendo de preocupació pel que pot suposar un contagi massiu de grip A.
Per una part, han estat els principals governs del primer món a afanyar-se per aconseguir la vacuna. Espanya, per exemple, assegura puguer abastir al 60% de la població. Per l’altra trobem les principals farmacèutiques que s’han fet amb les vendes d’aquestes vacunes, es parlen d’ingressos extraordinaris. Tampoc ens han informat dels possibles efectes secundaris d’aquesta vacuna, que n’hi ha. A més a més, no i a una mostra clara que sigui letal, ni que provoqui més morts que la grip estacional que afecta cada any. Aquest fet, em fa preguntar si realment existeix tal mostra de preocupació, ho ha estat una maniobra clara de les farmacèutiques per fer el seu personal agost a base del govern i els nostres diners.
Un cop més em fa pensar que, ni tan malèvola és la grip A, ni calia rentar-nos el cervell a través dels mitjans de comunicació com s’està fent amb la població. Potser seria més eficient invertir diners a eradicar els consums de drogues i unir esforços per aconseguir una verdadera vacuna contra malalties que causen milers de morts a tot el món, com el SIDA que afecta, sobretot, a països del tercer món on, aconseguir medicaments per combatre el virus del VIH és tota una travessia pel desert, per culpa de les principals farmacèutiques, que tenen les patents i no les cedeixen als governs degut als seus alts preus i, només, els països del primer món podem obtenir.

dimarts, 14 de juliol del 2009

¿Ha muerto Michael Jackson?


Hace cosa de dos semanas, saltó una de las noticias del año, la muerte de Michael Jackson, a título póstumo “Rey del Pop”. Bien se lo ganó una vez muerto, que fue cuando la gente lo empezó a echar de menos. Sé que es malo generalizar pero de los medios de comunicación, cuando aún estaba vivo, sólo me llegaban noticias sobre sus “shows” como padre y sus abusos a menores. Algo extremadamente fuerte para alguien con tanta fama como él. Entonces pensé, que quizá, ahora que está muerto también deberían ser estos quienes se disculpasen. Éstos fueron los mismos que lo alzaron a dios, el más grande de todos los tiempos, pero al mismo tiempo fueron ellos mismos que lo descatalogarón y prefirieron relegarlo hacia lo más profundo. Llamándole pederasta.
Sobre su vida privada, la verdad es que no se demasiado, pero para basarte en abusos a menores tienes que tener unas pruebas muy claras, y la verdad, los que tenían era a unos padres que le pidieron 20 millones de dólares a Michael para zanjar el asunto. Personalmente, si alguien hubiese abusado de mi hijo, muy poco me importaría el dinero que me ofrecieran para comprar mi silencio. Lo único que quisiera es ver al abusador en la cárcel. Y bien, volviendo al poder sobre los medios de comunicación, también me sorprende la gente que cree todo lo que escucha, haciendo suya la idea de otro, ya que sin más y menos precaución, para todos Michael dejó de ser una estrella mediática y perdió todo el respecto a ser abusador de menores.
No fue hasta su muerte, cuando empezó una oleada de homenajes. Sin ir más lejos, sólo hay que visitar las redes sociales y comprobar in situ la locura que despertó minutos posteriores a su desaparición.
¿No hubiese sido más emotivo un gran homenaje en vida?

dimarts, 26 de maig del 2009

La paret, que per molt bon color que tingui sempre acaba canviant-lo


Qui no ha pensat mai en pintar el color de la paret de la seva habitació d’un color diferent?. Farts d’aquell color blanc pansit, decidim, un bon dia, agafar un bon cubell i omplir-lo d’un de més agradable. Un cop feta la feina ens mirem el nostre espai diferent, com si allò anterior hagués deixat d’existir per passar a ser totalment diferent. I bé, de nou, només té el color que haguem decidit posar-hi per donar un toc de renovació. Les parets, poden fer aquest famós efecte canvi, que sense adonar-nos fem tots nosaltres al llarg de la nostra vida.
Podríem agafar una fotografia de fa vint anys dels nostres pares i observar els canvis en la vestimenta, crec, sinó vaig molt errat, que els canvis en un 90% dels casos seran notables. I nosaltres? De fet ho fem més sovint del que ens imaginem, la roba de fa quatre anys dubto que ara hi pensem. El nostre cos, com embolcall, els pateix aquests. A vegades molt profunds, d’altres més aviat minúsculs. I de la manera en que pensem? o bé com actuem davant les persones? Pot un canvi de color fer canviar els nostres pensaments? Podria ser que davant un canvi d’estil la nostra manera d’actuar sigui diferent de l’anterior?. Segur que aquest cas és molt general, però com no existeix una norma que ho regeixi, cadascú tindrà la seva pròpia opinió.
De totes maneres, una empresa decideix cada cert temps canviar els logos de companyia, de cara a la imatge externa que dóna, i així, aconsegueix que la impressió de les persones sobre ella canviï, encara que les seves activitats siguin desconegudes i perjudicials per a milers de persones, només hi veurem aquell color que vulguin mostrar.

diumenge, 19 d’abril del 2009

La vida como término abstracto y difícil de describir.


La muerte está tan segura de su victoria que te da toda una vida de ventaja. Era una de esas, innumerables frases, pintada con permanente negro que puedes leer en los lavabos públicos. Poca razón no le faltaba, la verdad, y es que tanto vida como muerte van estrechamente ligadas, y no hay nadie que nazca y que evite la muerte.
Un día me pregunte: ¿Qué es la vida? y curiosamente cada uno de nosotros tendrá una opinión sobre ella. Más o menos, no encontraras una opinión común, no deja de ser complicado y realmente imposible de definir exactamente que es. Podría ser un juego donde cada una de las fases consiste en pasar una serie de pruebas. Pero si lo miramos así, quizá nos produciría angustia en pensarlo. Tampoco me gusta pensar que es un camino de rosas, aunque me gustaría que lo fuera, porqué hay momentos mejores y peores. Muchos dicen que venimos aquí para ser felices, pero si lo piensas, la felicidad reside en recordar momentos pasados.
Al fin y al cabo nos encallamos en pensar qué es la vida, y de ella, pocas conclusiones podemos extraer.
Quizá será justo en el momento antes de morir, que conozcamos realmente que ha sido la vida, porqué como cada uno de nosotros vive la suya, a la vez, sabremos realmente que ha significado para nosotros.

divendres, 20 de març del 2009

Com quan vas decidir no parlar-me mai més.


És possiblement en el principi de l’adolescència quan els nostres canvis d’humor són més constants. Són possiblement trets característics, que, en línees generals tots seguim. Recordo el grupet d’amics de fa uns anys, quan m’ajuntava cada tarda al sortir de l’escola i, entre futbol i professors, un altre dels nostres vicis era marcar a la gent.
Ho fèiem sovint, sense pensar ni un sol instant em com actuàvem. Què més donava, si, total, no teníem quasi res més en que pensar durant el dia. Teníem el bigotis, el gras, el xulo piscines, inclús el marginat. Ningú se n’escapava d’aquelles llargues urpes que mostràvem. Simplement, era el més normal del món.
Fa un temps recordava amb aquella gent que, al seu dia, em vaig discutir per un motiu o altre, i, des d'aquell mateix moment, decidí no parlar-hi més.
Era com una espècie de clan intern, una jerarquia que havies de mantenir per no perdre el teu status dins el teu grup. Simplement hi havia gent que t'havia de caure bé, i, d'altre que no tan. Si hi parlaves estaves sotmès a una sèrie de comentaris que, de poc gust, rebries.
Els anys passaren tan ràpidament, que tota aquella gent havia canviat. Ni tan sols conservava el meu clan íntim, però, com per art de màgia. Aquella sèrie de persones a les quals, de sobres coneixia, i no hi podia parlar. Continuaren presents.
Te’ls trobes pel carrer, saps de sobres el nom i cognom, però, com si dotze anys tinguèssis, i com si l'status d'aquella jerarquia invisible continuessis tenint, evites parlar-hi.
I tot això per què?
Simplement perquè continues tenint la imatge que tants i tants anys ha quedat dins teu, i al cap i a la fi, només era simplement un joc de nens.